miércoles, septiembre 07, 2005

paradero en calle Compañia

Santiago, Chile.
A mi espalda, el segundo piso de un edificio, para algunos el más odiado hasta hoy. Hace años en sus pasillos y escaleras, encontré muchos rostros limpios pero llenos de tristeza, conocí también a una mujer hermosa, y arreglé (o desarreglé) el mundo frente a una virgen como testigo...Allí narré de mi golpiza.
Hoy es un día de sol maravilloso.