el orador
Solo,...de mañana, caminando cabizbajo, somnoliento, lleno de alegrías de la noche. Atravesando ese universo extraño de la plaza donde se reunen los amantes , las putas, los viejos y los oradores... estos que nos hacen creer en el mundo y también sentirnos culpables de ser parte de este mismo. Unas cuantas palomas revolotean y otras caminan a su alrededor y el mío, una mujer joven y bonita escucha en un asiento con la mirada vacía; él dirige sus palabras a los pecadores, a ella y seguramente a mí que me he detenido...el sol me entibia más que sus palabras, ...sigo, su voz se escucha más débil,...me alejo, la mujer continúa sin moverse y sin mover sus ojos del suelo.
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