miércoles, octubre 05, 2005

el destello

pasaje Tenderini, Santiago, Chile
Desde fuera, miró el reflejo brillante del sol entre los vidrios de su ciudad, y se sintió un pez navegando solitario. Miró de reojo y una luz enceguecedora encandiló sus ojos, lo atrajo hacia sí, no pudo resistir su embrujo magnético, anuló sus extremidades, sus sentidos y rápidamente se rindió a su poder. Quiso ser esclavo y prisionero de esa luz, por siempre, por un minuto, por nada.
(Extraña fantasía de un prisionero de la luz)

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

pez de fuego mira desde la ventana solo quiere zambullirse en los 8000 grados kelvin de esa luz diáfana y profunda, eléctrica y sutil.
pero se estrella contra el ventanal de la siguiente foto donde sólo la nadadora atravesó el espejo de Alicia. Y cae a tierra convertido en oriental. Y ahora que?

4:30 p. m.  

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