viernes, febrero 10, 2006

los paseantes

La Serena, Chile
En esa tarde cálida, el baño estuvo maravilloso. Un mar brioso, frío y desafiante me obligó a estar alerta para no ser sorprendido. La entrada del sol era fría y el traje de baño estaba mojado; caminamos con Javier, juntos, por la terraza a orillas de la playa. Muchos se retiran a sus casas, los otros pasean.