martes, enero 24, 2006

la cortina

Liege, Bélgica
Un rayo de sol en medio del frío de afuera, me distraigo, quisiera volar desde ese edificio y de la conversación. Me levanto, miro, y me encuentro con una ciudad que puede ser cualquiera, sospechosamente tranquila, dura, hermética, cementada. El sol calienta mi rostro, mis manos y mi corazón.