miércoles, enero 04, 2006

la cuesta

Olmué, Chile
Detuve el auto en medio de los cerros, en la mitad de una cuesta maravillosa. Era tarde, y caía una noche profunda; sentí que las estrellas iluminaban mi vida, grité en silenció en medio de las quebradas y solo escuché un eco en mi corazón. Las “Tres Marías” y demáses me miraban desde lo alto, reían, lo escuché...pero me cuidaban, por amor ¿quizás? Nunca lo sabré.
Encontré, sin desearlo, a una mujer que amé hace algún tiempo, hoy somos casi desconocidos, ¿una pasión confundida con amor? hablé más con la noche que con ella. Encontré allí un rostro limpio y sonrisa amable que quizás no veré más, me conversó con sus ojos e hizo hablar el agua con las estrellas. Una noche de amoríos. La alegría de mi amigo, de creer,...en su mujer, en el hijo, en su amor, en su historia futura.
Cinco de la mañana, ya estoy en mi cama, con mi copa de vino y mi libertad.
Miro las fotografías de mi amigo y su boda, las revuelvo, las ordeno y desordeno, luego me duermo mientras en el Dvd Joe Cocker canta“With a little help from my friend”.