viernes, julio 28, 2006

esa mañana

calle Nueva York, Santiago, Chile
Las mañanas de invierno son frías…no es nada nuevo, pero esta mañana lo parece más. Realizo mi camino diario entre sombras duras de gente y ciudad, siento a través de mis ropas ese maravilloso calor del sol. La calle pareciera hablarme de sus silencios y sus pesares, de su tristeza y su soledad. En una ventana, más allá, una mujer desliza una mirada que reconozco en muchos rostros; en la calle un policía que solo cumple y un colegial intenta besar a su chica. Trás la vitrina de un restaurante, una mujer sola sentada a una mesa coge entre sus manos una taza de café, mira extraviada su futuro y espera…espera. Una luz roja me sorprende, …atravieso, mientras una auto se detiene bruscamente. (Viernes, de mañana)