lunes, junio 19, 2006

San Francisco

calle San Francisco, Santiago, Chile
6.00 de la mañana, calle San Francisco: Los cánticos de los fieles que caminan trás la virgen despiertan a los vecinos, los perros siguen la peregrinación buscando algo de calor que los abrigue y una decena de hombres sudorosos en camisa blanca sostienen la imagen divina.
Es la procesión del Mes de María.
El chico, con los ojos negros y somnolientos camina de la mano de su madre, lleva pantalones cortos y la piel de gallina, sus zapatos brillosos del lustrado antes de acostarse, su chaqueta de colegio y la insignia descocida. Sigue los cantos con aparente devoción, pero son sus rimas y melodías que le producen un extraño gozo; le encanta ...aaaave...aaaave...aave Maarííía, sobretodo cuando lo entonan ancianas con velo negro.
Luego de la caminata llegan a la iglesia repleta; el olor a incienso invade el lugar, una mezcla de toxicidad y excitación colectiva. El cura lanza agua bendita sobre las cabezas de la gente y los coros se encumbran con los cantos, hasta casi el cielo. Las beatas hacen la señal de la cruz y cuentan las perlas del rosario, otras se comulgan, mientras otro "pendejo"esta tirado de guata sobre el piso encimismado en su propia historia; la madre lleva al chico hasta el altar donde han posado la imagen de la virgen, otro cura entrega la comunión, avanza una, dos , tres personas y llega donde el chico, este abre la boca y un trozo redondo y blanco se aproxima desde el cáliz a su boca...
Despierto sobresaltado, miro el reloj...7.00 am...amanece...no es Mes de María...no es la calle San Francisco...