domingo, diciembre 25, 2005

atardecer

calle Alameda, Santiago, Chile
Atardecer extraño. Te echo de menos, quisiera que fueras mía y de nadie, recorrer tu silencio y tu frescura, silenciar tus palabras con mis sueños. Ciudad esperanza.

viernes, diciembre 23, 2005

la compra

Santiago, Chile
Era fiesta de pascua, la plaza, una feria de regalos y decenas de personas en medio de un calor intenso, pieles grasas y olores grasos, que no se acercan a la fragancia. Miraba durante un rato de un lado a otro, intentando encontrar esa inspiración en medio de la saturación. A los minutos, un hombro, un brazo, una juventud, un rostro y una piel morena se desplaza entre el muro que forma la gente. La sigo, la observo en silencio, transpira,...busca algo, ...yo también, ella saciar su consumo y yo mi calor. Temeroso e inquieto, paso a su lado, la rozo, se da cuenta, me mira, al parecer su pensamiento se desvía hacia unos aros, me siento al acecho. Entre tiendas, objetos, se aleja, se pierde entre la gente, intento alcanzarla,...llego a un semáforo, un payaso – mimo que se rié de la ciudad se interpone. El calor me sigue inquietando, el espejismo se desvanece, la ilusión se alejó o nunca fué, la dejo como muchas veces lo hago,...

martes, diciembre 20, 2005

la atadura

Santiago, Chile
Miré, a través de la persiana. Dudé unos instantes y luego en un segundo decidí atravesar la puerta y caminar por el entretecho del edificio; me desplacé por entre vidrios, si me descuidaba caía un piso, dos, o tres. Encontré, en primer lugar, la esfinge de un niño, y metros más allá estaba ella, de espalda y atada con lienza de paquetes en las manos, tronco, cabello y parte de su cuerpo; cabizbaja, en medio de la soledad, casi con vergüenza, y sin dar su rostro. Fue un breve tiempo, lo necesario para que quedará en mi retina su espera.

lunes, diciembre 19, 2005

héroes

metro Los Héroes, Santiago, Chile
Los héroes, anónimos personajes que diariamente salen al amanecer, y vuelven derrotados por el cansancio de luchar, golpeando su cabeza sobre el vidrio de una micro, con sus manos sueltas sosteniendo apenas un bolso y un vianda. Ese personaje común, es el que construye realmente la historia.

domingo, diciembre 18, 2005

el crucero

Valparaíso, Chile
Ese domingo estaba soleado. El verano era caluroso. La playa con gente alegre y un restaurante al borde; una pareja, una pequeña por venir y un amigo gozan el lugar y un almuerzo. En el horizonte un barco.
Él subió a bordo, iba rumbo al sur. El crucero se desplazaba lento dejando atrás el puerto y sus mil historias. En la cubierta, el whisky con hielos pequeños helaba sus manos, quizás una gota de agua que cayó del vaso se volcó en el inmenso océano. Su mirada de ojos pardos se perdía en los cerros. Con tristeza y cansancio apoyó sus brazos en la baranda, penetraba con su miraba en las indómitas aguas del Pacífico. Una lágrima dejó sus ojos vidriosos, para luego deslizarse por su nariz, ...se detuvo unos segundos y finalmente, transparente, quiso lanzarse sobre las aguas agitadas. Cayó. Las aguas se abrieron dándole paso. Todo se estremeció, ...se levantaron olas gigantescas y maravillosas, inundaron todo a su paso, la gente flotaba en sus casas, las camas y sofás y se desplazaban por entre las plazas inundadas, los cerros mostraban sus cimas como nuevos archipiélagos, los peces se colgaron de las nubes y las algas esperaban la noche para mostrar su brillo desde las estrellas,
El crucero estuvo perdido, errante y sin detenerse por muchos años, al parecer su gente vivió ese tiempo y más, eso cuenta la historia. Un hombre alegre encuentra un sentido a su vida y un amor vaga encerrado en una lágrima por las profundidades. Los amigos continúan sentados en la misma mesa, comen, beben y ríen.

sábado, diciembre 17, 2005

la partida

Valparaíso, Chile
Solo, con una cerveza y una mirada un tanto perdida, dejo atrás esa tarde que desea ahogar en ese líquido amarillento. Ya no te quiero... resume esa larga conversación, los golpes, los insultos y el amor que sentía por ella se cruzaban en su cabeza ...cinco años, y su trabajo rutinario, su diario pasar por la vida, su cama, su olor, su pelo, su sonrisa matinal, su enojo caprichoso,...su infidelidad.

viernes, diciembre 16, 2005

el hada

Plaza de Armas, Santiago, Chile

domingo, diciembre 04, 2005

gotas en la arena

Cartagena, Chile
Corvina a la mantequilla, locos y vino tinto para un día otoño. Estaba solo, como casi siempre en esa época, sin la mujer que amaba. Miraba el mar, y en un arrebato e impulso que aún no entiendo, salté sobre la ventana de ese restaurante, pasé a través de sus vidrios y corrí en forma desenfrenada hacia el mar, sumergiéndome en las aguas frías del Pacífico. Era turbulento, agitado, iracundo, las olas se elevaban y caían en forma estruendosa, la arena raspada mi rostro,...cada vez más adentro,... miraba hacia la playa, casi no veía el viejo restaurant, quería alcanzar algo que sentía que se alejaba, sentía cierta desesperación, no solo nadaba, sino que además caminaba y corría sobre las aguas. Algo hizo que me detuviera, el viento soplaba fuerte alrededor; de súbito me encontré frente a mí mismo,...me miré, o nos miramos, y el tiempo se detuvo ...sucedió algo entrañable, un abrazo interrumpió todo y nos fundimos en uno solo...pasaron muchas nubes y muchos barcos atracaron cerca nuestro, continuamos por un largo rato de esa manera...Se sirve un bajativo de la casa, -interrumpió una voz el silencio del abrazo-,...No, dije en voz baja...miré tras la ventana una vez más, era tarde y caían gotas sobre la arena.

sábado, diciembre 03, 2005

la chica del jardín

plaza de Armas, Santiago, Chile
Recuerdo que la encontré sentada en la orilla de un jardín de la plaza, era bella, tenía ojos oscuros y su pelo largo caía en sus hombres desnudos, su estatura era aumentada por grandes tacones, sus caderas bien formadas y finas. Yo descansaba bajo un árbol centenario, descubrí esa mujer y no despegué mis ojos de ella. Un hombre se acercó, le conversó algo y luego se marchó,...llegó otro y luego otro, todos partían y mi curiosidad aumentaba,...finalmente llegó el que sería el último,...hubo gestos, coquetería y se marcharon juntos. Me pareció que debía seguirlos, concluir la historia que comencé. Salieron de la plaza y avanzaron varias calles, conversaban, ella lo guiaba sin tocarlo y seducía con solo caminar. Llegaron a una calle antigua, con historia y pasado, ella seguía manejando su atractivo, ....saludó a alguien, entraron a un edificio antiguo de dos pisos, deteriorado y decadente, un escalera larga de madera los llevó a un segundo piso y a un pasillo con comercio escondido, con talleres ruinosos y oscuras piezas cerradas. Lo tomó, por primera vez de la mano, introdujo su otra mano en la cartera de látex que colgaba de su hombro, extrajo una llave, entraron y con su tacón cerro la puerta detrás de ellos…

jueves, diciembre 01, 2005

luz divina

Iglesia Santo Domingo, Santiago, Chile
Tenía 5, luego seis, 7 y más, estuvo sentado muchas veces frente a él, en su inocencia pensó en cuales eran las cosas que los unían, que era esa fuerza o imagen desconocida que tenía el poder de sanar, de cuidar, de proteger, de sancionar la vida y la muerte. No terminaba de entender lo que sucedía, pero siempre cumplió con los "deberes" que tenía cumplir. Creció en medio de culpas y miedos, siendo infeliz queriendo ser feliz...pero creció, amplio su mente y su espíritu, conoció a personas de carne y hueso, se inspiró en sus ideas, encontró explicación a las grandes y las pequeñas cosas y por primera vez comprendió el mundo y su historia,...sintió que era posible cambiar las cosas, que era posible sumar voluntades y alcanzar sueños. Su historia continúa, hoy vive más tranquilo con él y el mundo, convive con sus creencias y duerme en paz, sin sobresaltos, sin temores, excepto por cosas de la vida, la realidad y sus fantasías.